Todos los capitalinos nos encontramos con una densa y molesta ola de calor, desde el momento en que nos levantamos en la mañana hasta cuando nos aprestamos a descansar por las noches.
No es cosa de hoy, ya por varios días hemos venido sintiendo la contaminación a nuestro alrededor. No es porque sea temporada de verano, las causas son distintas.
Tampoco no es ningún tema trivial, ni mucho menos un problema que no nos compete. Todo lo contrario somos cada uno de nosotros los que estamos involucrados, cada uno de nosotros somos los culpables de lo que nos está pasando actualmente con nuestro clima, con nuestra ciudad, con nuestro país, con nuestro hogar: el planeta Tierra.
Pasamos por una etapa muy difícil, o así nos la quieren hacer ver, pero cada hondureño sea como sea le hace frente al diario vivir. En muchas ocasiones pasamos por alto o desapercibido el daño que nos estamos haciendo a nosotros mismos.
El calentamiento de nuestra ciudad es un hecho. Como es nuestra naturaleza a cada segundo despedimos moléculas de CO2, NO2, SO2 que van directamente a nuestra atmosfera, pero el diseño de nuestra ciudad Tegucigalpa es como una gran olla, basta con irnos a uno de los cerros que nos rodean o cubren y veremos en el gran hueco que nos encontramos.
La luz es una onda y el calor es otro tipo de onda, de distinta frecuencia. La atmosfera funciona como el vidrio polarizado que deja pasar la luz pero no el calor. En un par de semanas cuando se acumule en las nubes esa carga de humo, las primeras lluvias que caigan sobre la ciudad son muy contaminadas, se funcionaran elementos como el bicarbonato y el acido sulfúrico que corroe cualquier cosa, como las laminas de zinc, todo lo que es calcario también y las plantas también sufren.
Todo el problema se genera con el combustible que usamos. Hay países que contaminan más y son los países desarrollados, y lo que ellos hacen nos afecta a nosotros también. Solamente Estados Unidos tiene un 25% de contaminación mundial.
Honduras si es un participante más pero en menor escala, contamos con una extensión de bosques envidiable en Centro América y es uno de los países que está listo para producir oxigeno y limpiar lo que está contaminado.
Es momento para estacionar el daño que nos estamos haciendo, reduciendo lo que consumimos, tomando medidas en nuestro hogar, con nuestro carro (para quienes tienen uno), porque todo lo que nosotros expiramos al aire eso mismo se nos devuelve, cuidemos de nuestra casa: Tegucigalpa, Honduras, América, La Tierra.
